Esta
semana concluyo mi ciclo al frente del Tribunal de Cuentas de la Unión, la Entidad
Fiscalizadora Superior de Brasil, y de la Organización Internacional de
Entidades Fiscalizadoras Superiores (INTOSAI).
Hace
poco más de dos años, en Río de Janeiro, dimos la bienvenida a la comunidad que
gentilmente ha apoyado nuestros esfuerzos en pro de una causa común: promover
la rendición de cuentas, la transparencia y la buena gobernanza pública en
beneficio de la sociedad.
A lo
largo de este período, he conocido a profesionales inspiradores y motivados y
he sido testigo del compromiso, la innovación y la evolución de la INTOSAI. He
tenido la oportunidad de viajar por todos los continentes y conocer mejor las
características que nos conectan y nos hacen únicos como pueblos y naciones.
He
observado cómo el trabajo de la INTOSAI en foros multilaterales, como las
Naciones Unidas y el G20, demuestra el valor de las Entidades Fiscalizadoras
Superiores (EFS) como aliadas estratégicas en la creación de sistemas de
gobernanza más justos y resilientes en todo el mundo.
En un
mundo marcado por retos como el cambio climático, las crecientes desigualdades
sociales y las complejas crisis económicas, las EFS siguen destacándose como los
cimientos de la confianza pública, lo que aumenta nuestra capacidad para
influir en las agendas globales y convertir las dificultades en oportunidades.
A
finales de este año, la comunidad internacional de control externo dio otro
paso importante para garantizar que las EFS de todo el mundo dispongan de las
herramientas y el apoyo necesarios para contribuir eficazmente al desarrollo
sostenible del planeta.
La
Asamblea General de la ONU adoptó la Resolución 79/231, en la que se reconoce a
las entidades fiscalizadoras como piezas clave en la lucha contra el cambio
climático y en la promoción de la buena gobernanza y de políticas públicas
eficaces en este ámbito.
La
adhesión de más de 140 países a la aplicación de la metodología del ClimateScanner demuestra
que nuestras instituciones están dispuestas a destinar recursos a la mejora de
la eficacia de las políticas públicas para hacer frente a la crisis climática.
El proyecto, concebido colectivamente, ilustra la capacidad de las Entidades Fiscalizadoras
Superiores para responder de forma estratégica y visionaria a los retos
emergentes.
Al
mirar retrospectivamente la evolución de la auditoría gubernamental en los
últimos años, es importante destacar que los avances logrados no habrían sido
posibles sin el apoyo, la dedicación y el compromiso de los miembros de la
INTOSAI, los líderes de sus comités y grupos de trabajo, la Secretaría General,
la Iniciativa para el Desarrollo (IDI), los donantes y los numerosos colaboradores
externos que contribuyen para fortalecer la organización. El trabajo conjunto,
la construcción de puentes y la participación de diferentes actores seguirán
siendo decisivos para el éxito de las EFS a la hora de hacer frente a los retos
que se avecinan.
La
INTOSAI demuestra que, con unidad y propósito, es posible actuar de forma
oportuna y constructiva. Sin embargo, es esencial que nuestros debates vayan
acompañados de acciones concretas capaces de generar un impacto significativo
en la vida de las personas. Liderar la INTOSAI es más que un honor, ya que
refuerza el compromiso de Brasil con la transformación y el fortalecimiento de
la gobernanza pública.
Ahora,
bajo la presidencia del ministro Vital do Rêgo, el Tribunal de Cuentas de la
Unión de Brasil seguirá apoyando esta misión con la misma dedicación y
entusiasmo hasta el próximo Congreso Internacional de Entidades Fiscalizadoras
Superiores (INCOSAI, por sus siglas en inglés), en Egipto, promoviendo el
diálogo entre los miembros, reforzando la cooperación con otros organismos
multilaterales y con la sociedad civil, y reafirmando a la INTOSAI como una
pieza clave en la construcción de un futuro más justo y resiliente para todos.
Me
despido con la convicción fortalecida de que las entidades fiscalizadoras
pueden inspirar y liderar cambios significativos, conectando los principios
globales con resultados tangibles para la sociedad.
¡Feliz
2025 para todos!