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23rd Ago 2022

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Propuesta Inicial
EFS Coordinadora:
Contraloría General de la República de Chile

ORGANIZACIÓN LATINOAMERICANA Y DEL CARIBE
DE ENTIDADES FISCALIZADORAS SUPERIORES
(OLACEFS)
XXXI Asamblea General Ordinaria
México, 2022

I. ANTECEDENTES:
FENÓMENO DEL CAMBIO CLIMÁTICO 6
1.1. Cambio Climático a nivel mundial.

7
1.2 Cambio climático en A

mérica Latina y el Caribe.
8
II. DESARROLL

O DEL TEMA:
DESAFÍOS DE LA GESTIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO

10
2.1 Desafíos del cambio climático para los Estados.

12
2.2 Rol de las EFS en la gestión del cambio climático.

13
IV

. BIBLIOGRAFÍA. 17
V. ANEXOS.
20
5.1 Anexo 1: Glosario.
21
5.2 Anexo 2: Situación de países de ALC en instrumentos internacionales de cambio climático.
26
III. CONCLUSIONES Y PROPUESTA DE TRABAJO

14
1
2
3
4
5
ÍNDICE

EXAMINAR CON UNA PERSPECTIVA DE FUTURO LAS ACCIONES,
NECESIDADES, LIMITACIONES Y DESAFÍOS DE LAS EFS MIEMBROS
DE LA OLACEFS PARA ALCANZAR UNA GESTIÓN EFICIENTE Y EFICAZ
EN LA ADAPTACIÓN Y MITIGACIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LA
REGIÓN, CONTRIBUYENDO AL RESGUARDO DE LAS GENERACIONES
FUTURAS Y AL FORTALECIMIENTO DE LAS DEMOCRACIAS EN UN CONTEXTO DE LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN.
OBJETIVO

PRESENTACIÓN Y JUSTIFICACIÓN DEL TEMA
Las Entidades Fiscalizadoras Superiores, EFS, auditan la implementación de las políticas públicas y los
compromisos ambientales contraídos por sus gobiernos, desempeñando así una función relevante en la
gobernanza. Es así, que evaluar los avances en materia de cambio climático ha sido de interés para la
Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores, OLACEFS, desde hace más
de una década, considerando la materia en la XIX Asamblea General, realizada en Asunción Paraguay, en octubre
de 2009, donde se relevó este ámbito como un desafío que debe ser abordado por las EFS.
Considerando las principales problemáticas que la región enfrenta en la actualidad así como los acuerdos
internacionales que se han suscritos en la materia, las políticas públicas referidas a cambio climático se erigen
como una de las áreas de mayor importancia para efectos de que las EFS ejerzan su rol fiscalizador.
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, IPCC, señala que el cambio climático es un fenómeno
que está ocurriendo a causa de la acción antrópica, pues es una consecuencia del calentamiento global originado
por las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por las actividades humanas, cuya concentración
ha aumentado a niveles sin precedentes.
Los efectos del cambio climático recaen sobre todos los países del mundo y afectan a toda la población,
impactando los ecosistemas, la economía y la vida de las personas. Sin embargo,
sus consecuencias negativas
afectan especialmente a la población más vulnerable. Al respecto, la región de América Latina y el Caribe es una
de las más expuestas, siendo el Caribe y Centroamérica las subregiones más sensibles a fenómenos climáticos
extremos.
En este sentido, es importante señalar que el modelo de desarrollo de América Latina y el Caribe exacerba
la crisis ambiental, siendo el cambio climático un factor que acentúa las desigualdades en los países de esa
región, por ello es un desafío para los Estados que su crecimiento económico se realice en un contexto de
desarrollo sostenible y de lucha contra el cambio climático. Para ello se requieren transformaciones profundas y
rápidas, así como producir las sinergias entre superación de la pobreza y buscar un equilibrio entre las acciones
de mitigación y adaptación al cambio climático.
Dado que el cambio climático es un reto sin fronteras, su combate requiere del trabajo coordinado por parte de
todos los países del mundo y de la región de América Latina y el Caribe. Por ello, aun cuando se han intensificado
las evidencias de los impactos del cambio climático, el IPCC reconoce que, “la acción climática ha crecido en
todos los niveles de gobierno, así como entre las organizaciones no gubernamentales, las pequeñas y grandes
empresas y los ciudadanos”. Al respecto, dos importantes acciones mancomunadas a nivel mundial son el
Acuerdo de París de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, CMNUCC, y la
Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, pues ambos instrumentos proporcionan objetivos e indicadores
concretos promoviendo que los Estados avancen en la acción climática a través de compromisos en materia
de emisión de gases de efecto invernadero, mitigación de emisiones y la adaptación a los efectos del cambio
climático.
Los países de América Latina y el Caribe en su mayoría han ratificado la CMNUCC así como el Acuerdo de París
y la Agenda 2030, de modo que resulta necesario conocer el avance en la implementación de los compromisos
adquiridos en virtud de dichos instrumentos, así como la eficiencia y eficacia de las políticas establecidas a
nivel nacional en esta materia.
En ese contexto, las Entidades de Fiscalización Superior, EFS, tienen un importante rol en la gestión, control y
verificación de las acciones ejecutadas por los Estados para dar cumplimiento a los citados compromisos y las
políticas públicas establecidas para abordar el cambio climático ya sea a través de la adaptación y/o mitigación.
Es por esto que resulta oportuno evaluar a nivel de la OLACEFS las acciones y trabajo realizado por las EFS
en su territorio, en el ámbito de sus competencias, es decir, las fiscalizaciones desarrolladas para controlar
oportunamente el cumplimiento de las normas, acuerdos y políticas públicas, el buen uso de los recursos
públicos y el cumplimiento de los objetivos fijados para la efectividad de las mismas, en el contexto de la lucha
contra el cambio climático.
Este levantamiento permitirá identificar la situación en que se encuentra cada EFS en relación con objetivos, ya
sea iniciando auditorías con foco en cambio climático, definiendo metodologías de planificación para contemplar
el riesgo de cambio climático en su quehacer, o incluso considerando y fiscalizando periódicamente las acciones
gubernamentales establecidas para mitigar y/o adaptarse al cambio climático, entre otros. Asimismo, este
levantamiento permitirá identificar las preocupaciones y desafíos para la región en relación a los temas de
medio ambiente, desarrollo sostenible, y cambio climático, considerando que las EFS desempeñan una función
clave en la fiscalización ambiental.

La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, CMNUCC, en su artículo 1°, establece
que “el cambio climático es atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición
de la atmósfera global y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo
comparables” (CMNUCC, 1992).
Por su parte, IPCC, define al cambio climático como una “variación del estado del clima identificable en las
variaciones del valor medio y/o en la variabilidad de sus propiedades, que persiste durante largos períodos de
tiempo, generalmente decenios o períodos más largos”. Agrega que, este “puede deberse a procesos internos
naturales o a forzamientos externos tales como modulaciones de los ciclos solares, erupciones volcánicas o
cambios antropógenos persistentes de la composición de la atmósfera o del uso del suelo” (IPCC, 2018).
En ese contexto, las evaluaciones del IPCC han permitido que la comunidad internacional haya reconocido que
el cambio climático es un problema de origen antropogénico, generado principalmente por la emisión de Gases
de Efecto Invernadero, GEI.
De acuerdo a lo expresado por la ONU (2022), gracias al IPCC sabemos lo siguiente:Entre 1880 y 2012, la temperatura media mundial aumentó 0,85 grados centígrados. Esto quiere decir que
por cada grado que aumenta la temperatura, la producción de cereales se reduce un 5% aproximadamente.
Se ha producido una reducción significativa en la producción de maíz, trigo y otros cultivos importantes,
de 40 megatones anuales a nivel mundial entre 1981 y 2002 debido a un clima más
cálido.
Los océanos se han calentado, la cantidad de nieve y de hielo ha disminuido, y ha subido el nivel del
mar. Entre 1901 y 2010, el nivel medio del mar aumentó 19 cm, pues los océanos se expandieron debido
al calentamiento y al deshielo. La extensión del hielo marino del Ártico se ha reducido en los últimos
decenios desde 1979, con una pérdida de hielo de 1,07 millones de km2
cada decenio.
Dada la actual concentración y las continuas emisiones de gases de efecto invernadero, es probable que a
finales de siglo el incremento de la temperatura mundial supere los 1,5 grados centígrados en comparación
con el período comprendido entre 1850 y 1900 en todos los escenarios menos en uno. Los océanos del
mundo seguirán calentándose y continuará el deshielo. Se prevé una elevación media del nivel del mar de
entre 24 y 30 cm para el año 2065 y entre 40 y 63 cm para el año 2100. La mayor parte de las cuestiones
relacionadas con el cambio climático persistirán durante muchos siglos, aunque se frenen las emisiones.
Las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2) han aumentado c
asi un 50% desde 1990.
Entre 2000 y 2010 se produjo un incremento de las emisiones mayor que en las tres décadas anteriores.
Si se adopta una amplia gama de medidas tecnológicas y cambios en el comportamiento, aún es posible
limitar el aumento de la temperatura media mundial a 2 grados centígrados por encima de los niveles
preindustriales.
Gracias a los grandes cambios institucionales y tecnológicos se dispondrá de una oportunidad mayor que
nunca para que el calentamiento del planeta no supere este umbral.
En las evaluaciones del IPCC de 2013 y 2022, se reiteran las proyecciones e impactos esperados del cambio
climático, relevando además, que están ocurriendo y evidenciándose en todo el mundo, así como las emisiones
de GEI y las temperaturas siguen en aumento. Así también, relevó que los cambios están conduciendo a
eventos que afectan los sistemas naturales y humanos en todo el mundo, siendo los efectos adversos del
cambio climático una contribución a la degradación de los ecosistemas, la reducción de la seguridad hídrica y
alimentaria, la propagación de enfermedades, la migración y el aumento de la desigualdad.
En relación con los efectos económicos, el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, plantea dos escenarios
probables para el crecimiento (en términos de pérdida de PIB). El primer escenario, a corto plazo, plantea el
aumento de las inversiones en obras de infraestructura y de producción, como medidas de mitigación y/o
adaptación a los efectos del cambio climático y, con ello, se prevé un consecuente aumento del PIB. Por el
contrario, a largo plazo, se proyecta un decrecimiento de la capacidad de producción de bienes y servicios, lo
cual limitará la capacidad de producir y generar ingresos, y con ello, una disminución significativa del PIB (BID,
2014).
ANTECEDENTES: FENÓMENO DEL CAMBIO CLIMÁTICO 1.1. Cambio Climático a nivel mundial.

En referencia a los efectos del cambio climático, de acuerdo con el Informe sobre el cambio climático en América
Latina y el Caribe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL (2020), los principales
impactos potenciales y riesgos por cada sector son los siguientes: Agricultura: disminución de la producción y calidad de los alimentos e ingresos, y alza de los precios de
estos.
Agua: menor disponibilidad del recurso en regiones semiáridas y dependientes del derretimiento de
glaciares, inundaciones en áreas rurales y urbanas relacionadas con precipitaciones extremas.
Biodiversidad y bosques: desaparición de bosques, blanqueamiento de corales, y pérdida de biodiversidad
y servicios ecosistémicos.
Salud: propagación de enfermedades transmitidas por vectores a mayores altitudes y latitudes que su
distribución original.
Turismo: pérdida de infraestructura, alza del nivel del mar, aparición de especies invasoras y fenómenos
extremos en zonas costeras.
Pobreza: disminución de los ingresos de la población vulnerable, principalmente los agrícolas, y aumento
de la desigualdad de los ingresos.
En tanto, el Reporte del Estado del Clima en América Latina y El Caribe 2020, de la Organización Meteorológica
Mundial, OMM, es claro al señalar que hay fuertes efectos relacionados al aumento de temperaturas, cambios
en los patrones de precipitación y tormentas, así como un marcado retroceso de los glaciares. En este sentido
la OMM recogió en ese informe las principales conclusiones, impactos y requerimientos para la adaptación y la
resiliencia, entre ellos: Temperaturas: el reporte destaca que 2020 fue uno de los tres años más cálidos de América Central y el
Caribe, y el segundo año más cálido de América del Sur, con 1,0 grados centígrados, 0,8 y 0,6 por encima
del período 1981-2010, respectivamente.
Lluvias: la sequía generalizada tuvo un impacto significativo en las rutas de navegación, el rendimiento de
los cultivos y la producción de alimentos, lo que provocó un empeoramiento de la seguridad alimentaria
en muchas áreas. En América del Sur los impactos fueron extremos. La intensa sequía en el sur de la
Amazonia y la región del Pantanal fue la peor de los últimos 50 años. Los déficits de precipitación son
particularmente graves para la región del Caribe, ya que varios de sus territorios se encuentran en la
lista mundial de países con mayor estrés hídrico. Un monzón débil en América del Norte y temperaturas
de la superficie del mar más frías de lo normal a lo largo del Pacífico oriental, asociadas con La Niña,
provocaron la sequía en México. Hacia fines de año, las intensas lluvias provocaron deslizamientos de
tierra e inundaciones repentinas en las zonas rurales y urbanas de América Central y del Sur.
Los incendios en el Amazonas: durante el 2020 superaron la cifra de 2019 convirtiéndose en el año con
mayor cantidad de incendios activos en el sur de la Amazonia. La sequía fue un factor determinante. La
cuenca del río Amazonas, que se extiende a lo largo de nueve países de América del Sur y almacena el
10% del carbono global, ha experimentado una mayor deforestación en los últimos cuatro años debido a
la tala para crear pastizales para el ganado y la degradación producida por los incendios. Si bien todavía
es un sumidero neto de carbono, el Amazonas se tambalea y podría convertirse en una fuente de emisión
de carbono si la pérdida de bosques continúa al ritmo actual. La región de América Latina y el Caribe
contiene aproximadamente el 57% de los bosques primarios del mundo, almacenando aproximadamente
104 gigatoneladas de carbono y albergando entre el 40% y el 50% de la biodiversidad mundial y un tercio
de todas las especies de plantas.
Ciclones tropicales: mientras la sequía afectaba a gran parte de México y América del Sur, el 2020 trajo
un inédito récord de 30 tormentas en la cuenca del Atlántico. Usualmente en noviembre la temporada de
huracanes está por terminar, pero en 2020 se presenciaron huracanes de categoría 4 en la misma región
con apenas una semana de diferencia.
ANTECEDENTES: FENÓMENO DEL CAMBIO CLIMÁTICO1.2 Cambio climático en América Latina y el Caribe.

En este sentido, la OMM (2020) añade que América Latina y el Caribe, ALC, es una de las regiones del mundo
más afectadas por el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos que están causando graves
daños a la salud, a la vida, a la comida, al agua, a la energía y al desarrollo socioeconómico de la región. El
reporte señala que los eventos relacionados con el clima y sus impactos cobraron más de 312.000 vidas en ALC
y afectaron a más de 277 millones de personas entre 1998 y 2020.
En lo que respecta al futuro en la región, la OMM (2020) relevó que ALC se proyecta como una de las regiones
del mundo donde los efectos e impactos del cambio climático, como las olas de calor, la disminución del
rendimiento de los cultivos, los incendios forestales, el agotamiento de los arrecifes de coral y los eventos
extremos del nivel del mar, serán más intensos.
La CMNUCC estableció en el numeral 8 de su artículo 4° los criterios para catalogar a los países más vulnerables
a los efectos del cambio climático. En este sentido, es importante señalar que América Latina y el Caribe
representan uno de los casos paradigmáticos de asimetría entre la emisión de GEI y la vulnerabilidad ante el
cambio climático. En efecto, Centroamérica es una de las zonas más vulnerables del mundo, pese a que el 2016
sus emisiones de CO2 equivalente representaron únicamente el 0,26% de las emisiones mundiales.
ANTECEDENTES: FENÓMENO DEL CAMBIO CLIMÁTICO1.2 Cambio climático en América Latina y el Caribe.

La ONU, en su Resolución 69/327, de 6 de octubre de 2015, destaca como los principales desafíos para
los gobiernos, en pro del desarrollo sostenible y la lucha contra el cambio climático, la consecución de
una gobernanza transparente, participativa y responsable y una administración pública profesional, ética
y receptiva, con el objetivo de desarrollar capacidades de gobernanza pública y el fortalecimiento de una
institucionalidad ambiental sólida en todos sus niveles.
Esos desafíos han sido tomados por la comunidad internacional, estableciéndose distintos instrumentos
tales como, acuerdos, protocolos y mecanismos, para afrontar esos fenómenos y sus causas, entre los
que se encuentra el cambio climático. Desde el año 1992 los Estados se han organizado y establecido
compromisos para mitigar emisiones de GEI, adaptarse a los impactos, crear capacidades, entre otras
acciones.
La CMNUCC, aprobada en mayo de 1992, cuenta en la actualidad con 197 Partes, de las cuales 33
corresponden a países de América Latina y el Caribe (Ver Anexo 2). El objetivo último de la Convención
es “la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel
que impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático”. Las disposiciones de la
Convención se han promovido y aplicado a través de dos tratados: el Protocolo de Kioto y el Acuerdo de
París, siendo este último el principal desafío y compromiso internacional de los Estados en esta materia.
El Acuerdo de París se aprobó en diciembre de 2015 por 196 Partes de la CMNUCC, entrando en vigor el 4
de noviembre de 2016. Al año 2022, este acuerdo cuenta con 195 países signatarios y ha sido ratificado
por 177 Partes. En tanto, en América Latina y el Caribe ha sido ratificado por 33 países (Ver Anexo 2).
En lo concreto, los Estados que han adherido al Acuerdo de París, poseen el compromiso y desafío de
establecer e implementar una Contribución Determinada a Nivel Nacional, NDC, en la cual se especifica
los planes del país para reducir sus emisiones. Es así que, de conformidad con el párrafo 2 del artículo
4° del Acuerdo de París, cada Parte deberá preparar, comunicar y mantener las sucesivas NDC que tenga
previsto efectuar.
Es importante señalar que en las NDC también se aborda la forma en que se adaptarán a los impactos del
cambio climático, qué tipo de apoyo necesitan de otros países y qué tipo de apoyo proporcionarán a otros
países para adoptar trayectorias de bajas emisiones de carbono y fortalecer la resiliencia al clima.
La primera NDC propuesta por los Estados parte de la CMNUCC, fue presentada por los Estados, en el 21°
período de sesiones de la Conferencia de las Partes de 2015, indicando cuales serían las contribuciones
previstas determinadas a nivel nacional, las que posteriormente han sido actualizadas y presentadas en
diferentes COP posteriores.
A la fecha, 194 Estados han presentado sus NDC iniciales, de los cuales los 33 países de la región de
América Latina y El Caribe las han definido y cuentan con marcos institucionales para implementar ese
compromiso. En cuanto a las segundas NDC, solo 15 Estados han presentado, de los cuales 3 corresponden
a países de ALC.
Cabe añadir que otro desafío para los Estados en el ámbito de compromisos internacionales en cambio
climático, lo constituyen los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS, establecidos por las Naciones Unidas
a través de un proceso participativo y formulados en la Agenda 2030. Específicamente, el Objetivo 13 de
los ODS se refiere a “Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos”, lo que
se relaciona con los objetivos de la CMNUCC y con el Acuerdo de París, pues en este ODS se reconoce que
la Convención es el principal foro intergubernamental internacional para negociar la respuesta mundial al
cambio climático, y para ello acordaron limitar el incremento de la temperatura media mundial a un nivel
inferior a los 2 °C, tal como fue adoptado en el Acuerdo de París.
Para responder al ODS 13, en la Agenda 2030 se estableció cinco metas, las cuales deben ser alcanzadas por
los Estados, esto es: i) 13.1 Fortalecer la resiliencia y la capacidad de adaptación a los riesgos relacionados
con el clima y los desastres naturales en todos los países; ii) 13.2 Incorporar medidas relativas al cambio
climático en las políticas, estrategias y planes nacionales; iii) 13.3 Mejorar la educación, la sensibilización
y la capacidad humana e institucional respecto de la mitigación del cambio climático, la adaptación a él, la
reducción de sus efectos y la alerta temprana; iv) 13.a Cumplir el compromiso de los países desarrollados
que son partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de lograr para
el año 2020 el objetivo de movilizar conjuntamente 100.000 millones de dólares anuales procedentes de
todas las fuentes a fin de atender las necesidades de los países en desarrollo respecto de la adopción de
DESARROLLO DEL TEMA: DESAFÍOS DE LA GESTIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO2.1 Desafíos del cambio climático para los Estados.

medidas concretas de mitigación y la transparencia de su aplicación, y poner en pleno funcionamiento el
Fondo Verde para el Clima capitalizándolo lo antes posible; y v) 13.b Promover mecanismos para aumentar
la capacidad para la planificación y gestión eficaces en relación con el cambio climático en los países
menos adelantados y los pequeños Estados insulares en desarrollo, haciendo particular hincapié en las
mujeres, los jóvenes y las comunidades locales y marginada.
Para la persecución de la implementación de la Agenda 2030, los ODS y sus metas, se estableció como
mecanismo de seguimiento y revisión los Informes Nacionales Voluntarios, INV. En este sentido, en
América Latina y el Caribe 28 países presentaron su INV entre 2016 y 2021, incluyendo a 14 países que
presentaron su INV más de una vez (ONU, 2022b).
DESARROLLO DEL TEMA: DESAFÍOS DE LA GESTIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO2.1 Desafíos del cambio climático para los Estados.

2.2 Rol de las EFS en la gestión del cambio climático.
En el contexto de la XIX Asamblea General de OLACEFS, efectuada en el año 2009, se discutió sobre
los desafíos del cambio climático y el desarrollo energético para las EFS de la región, apuntando a la
responsabilidad de las EFS, a través del ejercicio del control, poder ejercer el liderazgo hacia el cumplimiento
de las leyes y políticas en materia de protección del medio ambiente y los recursos naturales y gestión del
cambio climático.
Otro de los desafíos planteados, tiene relación con ampliar el enfoque de las auditorías no solo a los
Servicios involucrados en la temática, sino también a evaluar el estado de los recursos naturales, apuntando
a que las auditorías ambientales deben ser asumidas con un criterio superior, priorizando auditorías sobre
Cambio Climático y sobre las temáticas relacionadas con la mitigación y adaptación al mismo y con
enfoque transversal al control de los diversos sectores involucrados, como Acuicultura y Pesca, Agricultura,
Desarrollo Energético Sustentable, Recursos Hídricos, Zonas Costeras, Ciudades, Ciencia y Tecnología. En
este sentido, se propuso revisar y priorizar los recursos destinados a capacitación de los profesionales
de las EFS en materia ambiental, ya que es una de las principales deficiencias identificadas, que impacta
directamente en la capacidad de comprensión y preparación de las materias auditadas (OLACEFS, 2009).
Asimismo, las principales conclusiones de la citada Asamblea de OLACEFS, apuntan al rol fundamental
de las EFS en fiscalizar y controlar que las normas y políticas tanto nacionales como internacionales
se cumplan, y se alcancen los objetivos planteados de la manera más económica, eficiente y efectiva
posible, incluyendo conceptos de ecología y equidad a su gestión. Para esto, las EFS requieren contar con
información fiable, precisa y actualizada, lo que exige contar con herramientas técnicas y tecnológicas
para permitir el acceso a distintas fuentes y tipos de información. En esta línea, el desarrollo de auditorías
coordinadas internacionales permite obtener un diagnóstico regional del estado de implementación de
los planes, políticas y programas de respuesta con que cuentan los gobiernos, con el fin de estimular la
definición de acciones conjuntas entre los gobiernos de la región, con enfoque en la mitigación y adaptación
al cambio climático (OLACEFS, 2009).
Así también, el Grupo de Trabajo sobre Auditoría Ambiental de la INTOSAI, WGEA, por sus siglas en inglés,
en el marco de una auditoría efectuada en el año 2012, que tuvo por objetivo evaluar la capacidad de
mejorar la gobernanza y gestión de las auditorías ambientales, enfatizó la importancia que tiene el control
sobre la ejecución de políticas, acuerdos, planes y programas en materia ambiental, puesto que la falta de
control provoca que se acepten y discutan resultados que no han sido verificados. (WGEA-INTOSAI, 2012).
Por otra parte, en el año 2012, la Organización de Entidades Fiscalizadoras Superiores de Europa, EUROSAI,
declaró que las EFS son actores importantes en la supervisión de la implementación a escala nacional
de políticas en materia ambiental, y tienen un rol fundamental en la contribución a la eficiencia y a la
implementación sostenible de políticas que tengan por objetivo la mitigación y adaptación a los efectos
del cambio climático (EUROSAI, 2012).
Así también, en el año 2019, en el XXIII Congreso de la INTOSAI, a través de la Declaración de Moscú se
llamó a las EFS a contribuir a una rendición de cuentas más eficaz, transparente e informativa sobre los
resultados vinculados a los ODS, uno de los cuales es el Objetivo 13, referido a tomar medidas urgentes
para combatir el cambio climático y sus impactos.
En ese contexto, es importante señalar que las EFS tienen el mandato de auditar las políticas gubernamentales
en materia ambiental, incluido el cambio climático y verificar si los Estados están invirtiendo y desarrollando
políticas que permitan alcanzar las metas del ODS 13, “Acción por el Clima”.
DESARROLLO DEL TEMA: DESAFÍOS DE LA GESTIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO2.2 Rol de las EFS en la gestión del cambio climático.

Considerando que las Entidades Fiscalizadoras Superiores cumplen un rol fundamental a la hora de evaluar
la gestión y control de las políticas públicas para la adaptación y mitigación del cambio climático definidas
por los Estados, sus avances, la inversión pública y la efectividad de las mismas, se elaboró una propuesta de
cuestionario que permitirá realizar un diagnóstico del estado de c
ada EFS en la materia.
Así, por medio de tal levantamiento se pretende conocer de manera preliminar, las acciones realizadas por las
distintas EFS, identificando las brechas existentes, así como las posibles áreas de mejora, a efectos de contar
con información que permita diseñar y planificar auditorías vinculadas al cambio climático, como también,
apoyar en el fortalecimiento del control de la materia en sus respectivos países.
Para efectos del análisis y aproximación al tema, se diseñó un cuestionario que considera un máximo de 80
preguntas las que deben ser respondidas por cada EFS. Dichas preguntas se elaboraron tomando como base
las guías con directrices y metodologías para la ejecución de auditorías ambientales elaboradas por la INTOSAI
(ISSAI); los resultados obtenidos en 2011 la auditoría coordinada sobre cambio climático al alero de la Comisión
Técnica Especial de Medio Ambiente, COMTEMA; los desafíos identificados por la OLACEFS; y los acuerdos
internacionales que abordan la temática de cambio climático, princ
ipalmente.
El cuestionario será aplicado e informado por cada EFS, permitiéndole analizar su situación particular en
materia de cambio climático y profundizar en aquellos aspectos que lo ameriten, conforme a las áreas de
interés que fueron definidas. Posteriormente, la recopilación y consolidación de la información aportada por las
EFS contribuyentes al tema, permitirá visualizar un panorama general respecto de las acciones desarrolladas en
materia de cambio climático en nuestra región.
El cuestionario propuesto se estructura en 3 pilares, los que a continuación se detallan: Pilar N° 1 Gestiones y capacidades internas de las EFS.
Identificar las acciones, brechas y necesidades de las EFS miembros de la OLACEFS, para la promoción
y fortalecimiento de la estructura y capacidades internas para abordar de forma robusta y comprometida
la mitigación y la adaptación al cambio climático. Para lo anterior, se busca reconocer la atención de
recomendaciones previas realizadas por la organización, las capacidades de la estructura interna de las
EFS, los recursos técnicos disponibles y los esfuerzos realizados con miras a la conformación de un
sistema de control externo, capaz de evaluar las acciones ejecutadas por los gobiernos y que se relacionan
con la mitigación y adaptación al cambio climático.
III. CONCLUSIONES Y PROPUESTA DE TRABAJO

Pilar N° 2 Rol de las EFS como ente de control en la mitigación y adaptación al cambio climático.
Conocer si las EFS han diseñado, implementado y proyectado mecanismos que impulsen una gestión
eficiente, eficaz y económica respecto a la mitigación y adaptación al cambio climático. Para ello, se busca
reconocer si han identificado e implementado mecanismos de control externo respecto de la gobernanza
existente en su territorio para esta temática, los instrumentos y compromisos internacionales suscritos
por su país, la gestión de gases de efecto invernadero, la implementación de instrumentos de política
pública para la protección de ecosistemas sensibles y la gestión de riesgos originados por la emergencia
climática en la región.
Pilar N° 3 Capacidad y contribución concreta de las EFS a la mitigación y adaptación al cambio climático.
Reconocer las acciones que actualmente ejercen las EFS miembros de la OLACEFS en el marco de la
gestión eficiente de los recursos naturales y la mitigación de los impactos ambientales que generan, con
miras a una gestión ambiental modelo para el aparato público de la región, con foco en la implementación
de medidas concretas respecto a la mitigación y/o adaptación al cambio climático.
Documento Guía
Conforme se indicó antes, el instrumento de trabajo propuesto correspondiente al cuestionario que
permitirá realizar el diagnóstico regional en la gestión y control del cambio climático por parte de las
EFS miembros de la OLACFES, puede ser respondido por cada una de ellas directamente a través del link
adjunto.
III. CONCLUSIONES Y PROPUESTA DE TRABAJO

Auditoría Superior de la Federación, ASF, 2021. Presentación: 13 de octubre, Día internacional para la
reducción del riesgo de desastres. https://www.asf.gob.mx/uploads/3094_Recomendaciones_de_
lectura/13_Octubre_121021pdf.pdf
Banco Internacional de Desarrollo, BID, 2014. El Desafío Climático y de Desarrollo en América Latina
y el Caribe: Opciones para un desarrollo resiliente al clima y bajo en carbono”, Disponible en: https://
publications.iadb.org/publications/spanish/document/El-desaf%C3%ADo-clim%C3%A1tico-y-de-
desarrollo-en-Am%C3%A9rica-Latina-y-el-Caribe-Opciones-para-un-desarrollo-resiliente-al-clima-y-bajo-en-
carbono.pdf
CEPAL, 2015. La economía del cambio climático en América Latina y el Caribe: paradojas y desafíos del
desarrollo sostenible (LC/G.2624). Disponible en: https://www.cepal.org/es/publicaciones/37310-la-
economia-cambio-climatico-america-latina-caribe-paradojas-desafios-desarrollo
CEPAL, 2018. Informe “La economía del cambio climático en América Latina y el Caribe”. Disponible en:
https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/42228/4/S1701215A_es.pdf
CEPAL, 2020. Informe “La emergencia del cambio climático en América Latina y el Caribe”. Disponible en:
https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/45677/1/S1900711_es.pdf
CEPAL, 2020. Informe “La emergencia del cambio climático en América Latina y el Caribe”. Disponible en:
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CEPAL, 2022. Observatorio del Principio 10 en América Latina y el Caribe: Tratados ratificados por los
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in the Marine Environment”.

V. ANEXOS.
5.1 Anexo 1: Glosario.
A continuación, se desarrollan los principales conceptos que serán utilizados a lo largo del presente trabajo.
La terminología utilizada en el presente documento se basa en el glosario del Informe especial del IPCC (2018).
Clima
El clima se suele definir en sentido restringido como el estado promedio del tiempo y, más rigurosamente, como
una descripción estadística del tiempo atmosférico en términos de los valores medios y de la variabilidad de
las magnitudes correspondientes durante períodos que pueden abarcar desde meses hasta miles o millones
de años. El período de promedio habitual es de 30 años, según la definición de la Organización Meteorológica
Mundial. Las magnitudes son casi siempre variables de superficie (p. ej., temperatura, precipitación o viento). En
un sentido más amplio, el clima es el estado del sistema climático en términos tanto clásicos como estadísticos.
Calentamiento global
Aumento estimado de la temperatura media global en superficie promediada durante un período de 30 años, o
durante el período de 30 años centrado en un año o decenio particular, expresado en relación con los niveles
preindustriales, a menos que se especifique de otra manera. Para los períodos de 30 años que abarcan años
pasados y futuros, se supone que continúa la actual tendencia de calentamiento multidecenal.
Cambio climático
El cambio climático hace referencia a una variación del estado del clima identificable (p. ej., mediante pruebas
estadísticas) en las variaciones del valor medio o en la variabilidad de sus propiedades, que persiste durante
períodos prolongados, generalmente décadas o períodos más largos. El cambio climático puede deberse a
procesos internos naturales o a forzamientos externos, tales como modulaciones de los ciclos solares,
erupciones volcánicas y cambios antropógenos persistentes de la composición de la atmósfera o del uso de
la tierra. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, CMNUCC, en su artículo 1,
define el cambio climático como “cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana
que altera la composición de la atmósfera global y que se suma a la variabilidad natural del clima observada
durante períodos de tiempo comparables”. La CMNUCC diferencia, pues, entre el cambio climático atribuible a
las actividades humanas que alteran la composición atmosférica y la variabilidad climática atribuible a causas
naturales.
Gas de efecto invernadero (GEI)
Componente gaseoso de la atmósfera, natural o antropógeno, que absorbe y emite radiación en determinadas
longitudes de onda del espectro de radiación terrestre emitida por la superficie de la Tierra, por la propia atmósfera
y por las nubes. Esta propiedad ocasiona el efecto invernadero. El vapor de agua (H2O), el dióxido de carbono
(CO2), el óxido nitroso (N2O), el metano (CH4) y el ozono (O3) son los gases de efecto invernadero primarios de la
atmósfera terrestre. Asimismo, la atmósfera contiene cierto número de gases de efecto invernadero enteramente
antropógeno, como los halocarbonos u otras sustancias que contienen cloro y bromo, y contemplados en el
Protocolo de Montreal. Además del CO2, el N2O y el CH4, el Protocolo de Kioto contempla los gases de efecto
invernadero: hexafluoruro de azufre (SF6), los hidrofluorocarbonos (HFC) y los perfluorocarbonos (PFC).
Adaptación al cambio climático
En los sistemas humanos, el proceso de ajuste al clima real o proyectado y sus efectos, a fin de moderar los
daños o aprovechar las oportunidades beneficiosas. En los sistemas naturales, el proceso de ajuste al clima real
y sus efectos; la intervención humana puede facilitar el ajuste al clima proyectado y sus efectos.
Opciones de adaptación
Conjunto de estrategias y medidas disponibles y adecuadas para hacer frente a las necesidades de adaptación.
Incluyen una amplia gama de medidas que se pueden clasificar como estructurales, institucionales, ecológicas
o de comportamiento.

Capacidad de adaptación
Capacidad de los sistemas, las instituciones, los seres humanos y otros organismos para adaptarse ante
posibles daños, aprovechar las oportunidades o afrontar las consecuencias. Esta entrada del glosario se basa
en definiciones utilizadas en informes anteriores del IPCC y en la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio
(MEA, 2005).
Malas medidas adaptativas
Medidas que pueden conducir a un mayor riesgo de resultados adversos en relación con el clima, por ejemplo,
a través de un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, a una mayor vulnerabilidad al cambio
climático o a un menor bienestar, en el presente o en el futuro. La mala adaptación generalmente es una
consecuencia imprevista.
Emisiones antropógenas
Emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), de precursores de GEI y de aerosoles causadas por actividades
humanas. Esas actividades comprenden la quema de combustibles fósiles, la deforestación, el uso de la tierra,
los cambios de uso de la tierra, la producción ganadera, la fertilización, la gestión de desechos y los procesos
industriales.
Mitigación del cambio climático
Intervención humana destinada a reducir las emisiones o mejorar los sumideros de gases de efecto invernadero.
Medidas de mitigación
En el contexto de la política climática, las medidas de mitigación son tecnologías, procesos o prácticas que
contribuyen a la mitigación, por ejemplo, tecnologías de energía renovable, procesos de minimización de
desechos y prácticas que promueven el uso del transporte público.
Opción de mitigación
Tecnología o práctica que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero o mejora los sumideros.
Descarbonización
Proceso mediante el cual países, personas u otras entidades procuran lograr una existencia sin consumo de
carbono de origen fósil. La descarbonización generalmente hace referencia a la reducción de las emisiones de
carbono asociadas a la electricidad, la industria y el transporte.
Emisión de CO2 equivalente (CO2 eq)
Cuantía de emisión de dióxido de carbono (CO2) que causaría el mismo forzamiento radiativo integrado o
cambio de temperatura, en un plazo dado, que cierta cantidad emitida de un gas de efecto invernadero (GEI) o
de una mezcla de GEI.
Hay varias maneras de calcular esas emisiones equivalentes y de elegir los plazos adecuados. La emisión
de CO2 equivalente suele calcularse habitualmente multiplicando la emisión de un GEI por su potencial de
calentamiento global (PCG) en el plazo de 100 años. En el caso de las mezclas de GEI, se suman las emisiones
de CO2 equivalente correspondientes a cada gas. La emisión de dióxido de carbono equivalente constituye una
escala común para comparar las emisiones de diferentes GEI, aunque no implica una equivalencia exacta en las
respuestas correspondientes en términos de cambio climático. Generalmente no existe ninguna conexión entre
las emisiones de CO2 equivalente y las concentraciones de CO2 equivalente resultantes.
V. ANEXOS.
5.1 Anexo 1: Glosario.

V. ANEXOS.
5.1 Anexo 1: Glosario.
Neutralidad climática
Concepto referido a un estado en el que las actividades humanas no provocan un efecto neto en el sistema
climático. Para llegar a ese estado, sería necesario lograr un equilibrio entre las emisiones residuales con
remoción (de dióxido de carbono) de las emisiones y los efectos biogeofísicos regionales o locales de las
actividades humanas que, por ejemplo, afectan al albedo de la superficie o al clima local.
Eficiencia energética
Relación entre la producción de energía útil o servicios energéticos u otro producto físico útil que se obtiene
por medio de un sistema, un proceso de conversión o una actividad de transmisión o almacenamiento y la
cantidad de energía consumida (medida en kWh kWh-1, toneladas/kWh-1 o en cualquier otra medida física del
producto útil, como la tonelada/km transportada). La eficiencia energética suele describirse en términos de
intensidad energética. En economía, la intensidad energética refleja la relación entre la producción económica
y el consumo de energía. Por lo general, la eficiencia energética se mide como el consumo de energía en una
unidad económica o física, es decir, kWh USD-1 (intensidad energética), kWh tonelada-1. En el caso de los
edificios, suele medirse como kWh m-2, y para los vehículos como km litro-1 o litro km-1. En el contexto de
las políticas, la “eficiencia energética” suele presentarse como las medidas destinadas a reducir la demanda
de energía a través de opciones tecnológicas, como el aislamiento de los edificios, electrodomésticos más
eficientes, equipos de iluminación eficientes y vehículos eficientes, entre otr as.
Seguridad energética
Objetivo de un país determinado, o de la comunidad mundial en su conjunto, de mantener un abastecimiento de
energía adecuado, estable y predecible. Las medidas necesarias para ello consisten en proteger la suficiencia
de recursos energéticos para satisfacer la demanda de energía nacional a precios competitivos y estables y
salvaguardar la resiliencia del suministro de energía; permitir el desarrollo y la aplicación de las tecnologías;
construir suficientes infraestructuras para generar, almacenar y transmitir la energía; y garantizar contratos de
suministro de cumplimiento obligatorio.
Servicios ecosistémicos
Procesos o funciones ecológicos que tienen un valor, monetario o no, para los individuos o para la sociedad en su
conjunto. Generalmente se clasifican en: 1) servicios de apoyo, por ejemplo, mantenimiento de la productividad o
la biodiversidad; 2) servicios de aprovisionamiento, por ejemplo, de alimentos o fibra; 3) servicios de regulación,
por ejemplo, regulación del clima o secuestro de carbono; y 4) servicios culturales, como el turismo o el disfrute
espiritual o estético.
Fenómeno climático extremo
La ocurrencia de un valor de una variable meteorológica o climática por encima (o por debajo) de un valor de
umbral cercano al extremo superior (o inferior) de la horquilla de valores observados de la variable. En aras de
la simplicidad, tanto los fenómenos meteorológicos extremos como los fenómenos climáticos extremos a los
que se hace referencia en el presente informe se denominarán “fenó
menos climáticos extremos”.
Fenómeno meteorológico extremo
Fenómeno meteorológico raro en determinado lugar y época del año. Aunque las definiciones de raro son
diversas, la rareza normal de un fenómeno meteorológico extremo sería igual o superior a los percentiles 10º o
90º de la estimación de la función de densidad de probabilidad observada. Por definición, las características de
un fenómeno meteorológico extremo pueden variar de un lugar a otro en sentido absoluto. Un comportamiento
extremo del tiempo puede clasificarse como fenómeno climático extremo cuando persiste durante cierto
tiempo (p. ej., una estación), especialmente si sus valores promediados o totales son extremos (p. ej., sequía o
precipitación intensa a lo largo de una temporada).

Gobernanza
Concepto amplio e inclusivo de toda la gama de medios existentes para acordar, gestionar, aplicar y supervisar
políticas y medidas. Mientras que el término gobierno se refiere estrictamente al Estado-nación, el concepto
más amplio de gobernanza reconoce la contribución de los distintos niveles de gobierno (mundial, internacional,
regional, subnacional y local), así como la función del sector privado, los actores no gubernamentales y la
sociedad civil al abordar los numerosos tipos de cuestiones a que se enfrenta la comunidad mundial.
Capacidad de gobernanza
Capacidad de las instituciones de gobernanza, los dirigentes, las entidades no estatales y la sociedad civil para
planificar, coordinar, financiar, aplicar, evaluar y adaptar políticas y medidas a corto, mediano y largo plazo,
incorporando ajustes relacionados con la incertidumbre, los cambios rápidos y la amplia gama de impactos, así
como diversos actores y demandas.
Desarrollo compatible con el clima
Forma de desarrollo que se basa en estrategias climáticas que incorporan los objetivos y estrategias de
desarrollo que integran la gestión de riesgos climáticos, la adaptación al clima y la mitigación climática. Esta
definición se basa en Mitchell y Maxwell (2010).
Desarrollo sostenible
Desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones
para satisfacer sus propias necesidades (CMMAD, 1987) y equilibra los intereses sociales, económicos y
medioambientales.
Justicia climática
Justicia que vincula el desarrollo a los derechos humanos de modo que se logre un enfoque centrado en el ser
humano para hacer frente al cambio climático, proteger los derechos de las personas más vulnerables, y repartir
las cargas y los beneficios del cambio climático y sus impactos de forma equitativa e imparcial.
Políticas (para la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efec
tos)
Directrices prescritas o adoptadas por un gobierno, por lo general, junto con las empresas y la industria de un
país o con otros países, para acelerar la aplicación de medidas de mitigación y adaptación. Algunos ejemplos
de políticas son los mecanismos de apoyo al suministro de energías renovables, los impuestos sobre el carbono
o sobre la energía y las normas sobre el rendimiento de los carburantes.
Responsabilidades comunes pero diferenciadas y las capacidades respectivas
Las responsabilidades comunes pero diferenciadas y las capacidades respectivas constituyen un principio
fundamental de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), en el que
se reconocen las diferentes capacidades y responsabilidades de los países a la hora de hacer frente al cambio
climático. Este principio está incorporado en el tratado de 1992 de la CMNUCC. En la Convención se establece:
“… la naturaleza mundial del cambio climático requiere la cooperación más amplia posible de todos los países y
su participación en una respuesta internacional efectiva y apropiada, de conformidad con sus responsabilidades
comunes pero diferenciadas, sus capacidades respectivas y sus condiciones sociales y económicas”. Desde
entonces, el principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas y las capacidades respectivas ha
encauzado las negociaciones relativas al clima de las Naciones Unidas.
V. ANEXOS.
5.1 Anexo 1: Glosario.

Riesgo
Potencial de que se produzcan consecuencias adversas por las cuales algo de valor está en peligro y en las
cuales un desenlace o la magnitud del desenlace son inciertos. En el marco de la evaluación de los impactos
del clima, el término riesgo suele utilizarse para hacer referencia al potencial de consecuencias adversas de un
peligro relacionado con el clima, o de las respuestas de adaptación o mitigación a dicho peligro, en la vida, los
medios de subsistencia, la salud y el bienestar, los ecosistemas y las especies, los bienes económicos, sociales
y culturales, los servicios (incluidos los servicios ecosistémicos), y la infraestructura. Los riesgos se derivan
de la interacción de la vulnerabilidad (del sistema afectado), la exposición a lo largo del tiempo (al peligro), así
como el peligro (relacionado con el clima) y la probabilidad de que ocurra.
Gestión de riesgos
Planes, medidas, estrategias o políticas que tienen por objeto reducir la probabilidad de riesgos o las
consecuencias de los riesgos o de responder a dichas consecuencias.
Gestión de riesgos de desastre
Procesos para diseñar, aplicar y evaluar estrategias, políticas y medidas destinadas a mejorar la comprensión de
los riesgos de desastre, fomentar la reducción y la transferencia de riesgos de desastre, y promover la mejora
continua en las prácticas de preparación, respuesta y recuperación para casos de desastre, con el objetivo
explícito de aumentar la seguridad humana, el bienestar, la calidad de vida y el desarrollo sostenible.
Vulnerabilidad
Propensión o predisposición para afectar. La vulnerabilidad comprende una variedad de conceptos que incluyen
la sensibilidad o susceptibilidad al daño y la falta de capacidad de
respuesta y adaptación.
Resiliencia
Capacidad de los sistemas sociales, económicos y ambientales de afrontar un suceso, tendencia o perturbación
peligrosos respondiendo o reorganizándose de modo que mantengan su función esencial, su identidad y su
estructura, y conservando al mismo tiempo la capacidad de adaptación, aprendizaje y transformación. Esta
definición se basa en la definición utilizada en la publicación del Consejo Ártico (2013).
V. ANEXOS.
5.1 Anexo 1: Glosario.

Ratificación de CMNUCC.
La CMNUCC fue ratificada por los 33 países de América Latina y el Caribe, entrando en vigor en marzo de 1994.
Tabla 1: Países de ALC que ratificaron la CMNUCC
PAÍS ESTADO PARTE DESDE PARTE DE LA OLACEFS
Antigua y Barbuda 02/02/1993NO
Argentina 11/03/1994SI
Bahamas 29/03/1994NO
Barbados 23/03/1994NO
Belice 31/10/1994SI
Bolivia 03/10/1994SI
Brasil 28/02/1994SI
Chile 22/12/1994SI
Colombia 22/03/1995SI
Costa Rica 26/08/1994SI
Cuba 05/01/1994SI
Curazao Sin InformaciónSI
Dominica 21/06/1993NO
Ecuador 23/02/1993SI
El Salvador 04/12/1995SI
Granada 11/08/1994NO
Guatemala 15/12/1995SI
Guyana 29/08/1994NO
Haití 25/09/1996NO
Honduras 19/10/1995SI
Jamaica 06/01/1995NO
México 11/03/1993SI
Nicaragua 31/10/1995SI
Panamá 23/05/1995SI
Paraguay 24/02/1994SI
Perú 07/06/1993SI
Puerto Rico Sin InformaciónSI
República Dominicana 07/10/1998 SI
Saint Kitts y Nevis 07/01/1993NO
San Vicente y las Granadinas 02/12/1996 NO
Santa Lucía 14/06/1993NO
Suriname 14/10/1997NO
Trinidad y Tobago 24/06/1994NO
Uruguay 18/08/1994SI
Venezuela 28/12/1994SI
Fuente: CEPAL, 2022.
V. ANEXOS.
5.2 Anexo 2: Situación de países de ALC en instrumentos internacionales de cambio climático.

Tabla 2: Países de ALC que son parte de la COP
PAÍS ESTADO PARTE DESDE PARTE DE LA OLACEFS
Antigua y Barbuda 02/02/1993NO
Argentina 11/03/1994SI
Bahamas 29/03/1994NO
Barbados 23/03/1994NO
Belice 31/10/1994SI
Bolivia 03/10/1994SI
Brasil 28/02/1994SI
Chile 22/12/1994SI
Colombia 22/03/1995SI
Costa Rica 26/08/1994SI
Cuba 05/01/1994SI
Curazao Sin InformaciónSI
Dominica 21/06/1993NO
Ecuador 23/02/1993SI
El Salvador 04/12/1995SI
Granada 11/08/1994NO
Guatemala 15/12/1995SI
Guyana 29/08/1994NO
Haití 25/09/1996NO
Honduras 19/10/1995SI
Jamaica 06/01/1995NO
México 11/03/1993SI
Nicaragua 31/10/1995SI
Panamá 23/05/1995SI
Paraguay 24/02/1994SI
Perú 07/06/1993SI
Puerto Rico Sin InformaciónSI
República Dominicana 07/10/1998 SI
Saint Kitts y Nevis 07/01/1993NO
San Vicente y las Granadinas 02/12/1996 NO
Santa Lucía 14/06/1993NO
Suriname 14/10/1997NO
Trinidad y Tobago 24/06/1994NO
Uruguay 18/08/1994SI
Venezuela 28/12/1994SI
Fuente: CEPAL, 2022.
V. ANEXOS.
5.2 Anexo 2: Situación de países de ALC en instrumentos internacionales de cambio climático.

Adhesión al Acuerdo de París.
El Acuerdo, aprobado por 196 Partes en la CMNUCC, entró en vigor el 4 de noviembre de 2016, y en mayo de
2018 contaba con 195 países signatarios y había sido ratificado por 177 Partes.
Tabla 3: Países de ALC que ratificaron el Acuerdo de París
PAÍS ESTADO PARTE DESDE PARTE DE LA OLACEFS
Antigua y Barbuda 21/09/2016NO
Argentina 21/09/2016SI
Bahamas 22/08/2016NO
Barbados 22/04/2016NO
Belice 22/04/2016SI
Bolivia 05/10/2016SI
Brasil 21/09/2016SI
Chile 10/02/2017SI
Colombia 12/07/2018SI
Costa Rica 13/10/2016SI
Cuba 28/12/2016SI
Curazao Sin InformaciónSI
Dominica 21/09/2016NO
República Dominicana 21/09/2017 SI
Ecuador 20/09/2017SI
El Salvador 27/03/2017NO
Granada 22/04/2016SI
Guatemala 25/01/2017NO
Guyana 20/05/2016NO
Haití 31/07/2017SI
Honduras 21/09/2016NO
Jamaica 10/04/2017SI
México 21/09/2016SI
Nicaragua 23/10/2017SI
Panamá 21/09/2016SI
Paraguay 14/10/2016SI
Perú 25/07/2016SI
Puerto Rico Sin InformaciónSI
Saint Kitts y Nevis 22/04/2016NO
San Vicente y las Granadinas 29/06/2016 NO
Santa Lucía 22/04/2016NO
Suriname 13/02/2019NO
Trinidad y Tobago 22/02/2018NO
Uruguay 19/10/2016SI
Venezuela 21/07/2017SI
Fuente: CEPAL, 2022.
V. ANEXOS.
5.2 Anexo 2: Situación de países de ALC en instrumentos internacionales de cambio climático.

Adhesión e implementación de ODS.
Tabla 5: Países de ALC que adoptaron la Agenda 2030
PAÍS ADHIERE A LA AGENDAPARTE DE LA OLACEFS
Antigua y Barbuda SINO
Argentina SISI
Bahamas SINO
Barbados SINO
Belice SISI
Bolivia SISI
Brasil SISI
Chile SISI
Colombia SISI
Costa Rica SISI
Cuba SISI
Curazao Sin informaciónSI
Dominica SINO
Ecuador SISI
El Salvador SISI
Granada SINO
Guatemala SISI
Guyana SINO
Haití SINO
Honduras SISI
Jamaica SINO
México SISI
Nicaragua SISI
Panamá SISI
Paraguay SISI
Perú SISI
Puerto Rico Sin informaciónSI
República Dominicana SI SI
Saint Kitts y Nevis SINO
San Vicente y las Granadinas SI NO
Santa Lucía SINO
Suriname SINO
Trinidad y Tabago SINO
Uruguay SISI
Venezuela SISI
Fuente: CEPAL, 2022b.
V. ANEXOS.
5.2 Anexo 2: Situación de países de ALC en instrumentos internacionales de cambio climático.

Nota: El texto extraído es sólo una aproximación del contenido del documento, puede contener caracteres especiales no legibles.

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