Vivimos en una época de profunda transformación, impulsada por un ritmo sin precedentes de innovación tecnológica. La información digital está reconfigurando fundamentalmente todas las facetas de nuestras vidas, desde la forma en que nos comunicamos y trabajamos hasta la forma en que aprendemos y nos comprometemos con la sociedad. En los próximos años, las aplicaciones impulsadas por tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial, la cadena de bloques, el metaverso y la realidad virtual se convertirán en indispensables para el desempeño de las tareas diarias. Los gobiernos no son una excepción a esta tendencia.
La transformación digital de los gobiernos es una necesidad urgente y una oportunidad para mejorar la eficiencia, la transparencia y la rendición de cuentas de las instituciones públicas. Cuando la tecnología se utiliza para proporcionar servicios públicos de una manera más accesible y conveniente para los ciudadanos, especialmente aquellos que viven en zonas remotas o marginadas, se promueve la inclusión social y económica, lo que contribuye al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Sin embargo, la transformación digital también presenta desafíos significativos. El primero garantiza una infraestructura adecuada para la prestación de servicios digitales, asegurando así una accesibilidad y usabilidad equitativas para todos los ciudadanos. La información y la ciberseguridad son también preocupaciones primordiales, ya que el riesgo de ciberataques se intensifica a medida que avanza la transición digital de los servicios gubernamentales. La importancia cada vez mayor de la protección de los datos personales exige sistemas de información robustecida y segura. Por lo tanto, los gobiernos tienen la responsabilidad fundamental de garantizar que estos sistemas sean resistentes a las amenazas cibernéticas, implementando prácticas integrales de gestión de riesgos para garantizar la confidencialidad, integridad y disponibilidad de información sensible.
Además, la transformación digital efectiva de los gobiernos requiere la capacidad adecuada para gestionar y analizar grandes volúmenes de datos, que constituyen la basis de la toma de decisiones informada. Para que los datos sean valiosos para la sociedad, deben ser precisos, actualizados y pertinentes. Con el volumen cada vez mayor de información que se genera, recopilar y compartir, es crucial que las organizaciones públicas definan normas y procesos que garanticen la integridad, calidad, fiabilidad, seguridad y uso adecuado de sus datos.
Existe una necesidad crítica de proporcionar una educación digital generalizada tanto a los ciudadanos como a los profesionales. Al equiparlos con las habilidades digitales esenciales, se les capacitará para acceder y utilizar eficazmente los servicios digitales que ofrecen sus respectivos gobiernos. El desarrollo de nuevas tecnologías y el aumento de la información digital de las economías han dado lugar a la creación de nuevas oportunidades de empleo, pero también han provocado la obsolescencia de algunos empleos existentes. En este contexto, los profesionales necesitan poder adaptarse y reubicarse en el mercado laboral, lo que requiere políticas públicas específicas.
De acuerdo con el documento «From Vision to Action: explaining UNDP’s digital transformation network«, publicado por el PNUD, la transformación digital de los gobiernos es una jornada, no un destino. Se trata de un proceso continuo de aprendizaje, adaptación y mejoría, centrado en la atención a las necesidades de los ciudadanos. Las Entidades Fiscalizadoras Superiores tienen la responsabilidad y la oportunidad de contribuir a la transformación digital de los gobiernos, promoviendo la agilidad, la simplicidad y la transparencia en la respuesta a las demandas de los ciudadanos.
Con este fin, nuestras instituciones también deben adaptarse a la nueva realidad de la administración pública y desarrollar la capacidad de auditar programas digitales.
En este contexto, la presidencia de la INTOSAI, en colaboración con la OLACEFS, está desarrollando un programa piloto para la transformación digital de la región, con el apoyo de la Iniciativa de Desarrollo de la INTOSAI (IDI) y socios como el Banco Mundial, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Cooperación Alemana (GIZ).
El programa se estructura en dos fases principales: diagnóstico e implementación. La fase de diagnóstico está prevista para 2024, con el objetivo de identificar el estado actual de desarrollo de nuestras instituciones, utilizando herramientas y metodologías desarrolladas y probadas por la comunidad de la INTOSAI.
La primera herramienta es la SAI ITMA (Supreme Audit Institutions Information Technology Maturity Assesment) que permite evaluar la situación actual en términos de infraestructura tecnológica, incluyendo equipos, sistemas y personal especializado en TI. A partir de ese diagnóstico, se desarrolla el Programa pICTure, de la IDI, para apoyar a cada EFS en la elaboración de su estrategia de TI y, posteriormente, convertirla en planes de acción, que contengan actividades, plazos y presupuestos necesarios para el logro de los resultados deseados.
La segunda herramienta es el LOTA Scan (Leveraging on Technological Advancement Scan), que está diseñado para evaluar la capacidad de uso de la tecnología en el trabajo de auditoría y apoyar a cada institución en la auditoría del uso de la tecnología por parte de los gobiernos. El Programa LOTA, también de la IDI, tiene como objetivo capacitar a nuestras instituciones en el uso efectivo de soluciones tecnológicas en las auditorías, con un enfoque en auditorías de alta calidad y alto impacto.
En conjunto, estas iniciativas impulsarán la modernización tecnológica de las Entidades Fiscalizadoras Superiores de la región, promoviendo el desarrollo de equipos profesionales especializados en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación para las actividades de auditoría, lo que fomentará el intercambio continuo de conocimientos y mejores prácticas.
Estoy convencido de que el modelo cooperativo adoptado por la OLACEFS tiene un gran potencial, no solo para transformar la realidad de las instituciones de auditoría de la región, sino también para servir de modelo replicable para otras organizaciones regionales.
La INTOSAI se dedica a comprender las necesidades de sus miembros y a proporcionarles el apoyo necesario para garantizar su preparación e inclusión en el proceso de transformación digital.