Las Entidades Fiscalizadoras Superiores (EFS) desempeñan un papel fundamental en el sistema de accountability de los gobiernos y son cruciales para promover la transparencia, la responsabilidad y el buen uso de los recursos públicos. Para que demuestren confiabilidad, legitimidad y cumplan su papel de manera efectiva es imperativo que se les considere independientes de sus respectivos gobiernos nacionales y protegidas de las influencias externas. La independencia de las EFS, por lo tanto, es un pilar fundamental para garantizar la efectiva fiscalización y control de los recursos públicos.
El concepto de independencia de las Entidades Fiscalizadoras Superiores es complejo y abarca diversos aspectos, tanto legales como prácticos. Por un lado, tenemos la independencia de iure, que se refiere a las garantías establecidas en el marco legal con respecto a las entidades y su papel de control. Por otro lado, está la independencia de facto, que se refiere a la capacidad real de estas entidades para actuar con imparcialidad, sin sufrir interferencias externas.
La importancia de la plena independencia de las Entidades Fiscalizadoras Superiores fue reconocida mundialmente hace casi 50 años. La Declaración de Lima, endosada en 1977 durante el IX Congreso Internacional de Entidades Fiscalizadoras Superiores fue un marco en este sentido al establecer los principios de la auditoría independiente del sector público y resaltar la necesidad de que cada país cuente con una entidad fiscalizadora superior cuya independencia esté garantizada por ley.
En 2007, la Declaración de México, actualmente conocida como INTOSAI-P10, amplió estos principios y esbozó ocho pilares de independencia de las Entidades Fiscalizadoras Superiores, incluyendo aspectos como el marco legal, recursos humanos y financieros suficientes, libertad para elegir y planificar auditorías, estabilidad laboral de los auditores, acceso a la información y publicación de informes.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), en sus Resoluciones 66/209 de 2011 y 69/228 de 2014, también reconoció el papel de las Entidades Fiscalizadoras Superiores en la promoción de la eficiencia, responsabilidad, efectividad y transparencia de la administración pública y la importancia de que los países presten la debida atención a la independencia y al fortalecimiento de capacidades de estas entidades.
Sin embargo, a pesar del reconocimiento global de la importancia de la independencia de las Entidades Fiscalizadoras Superiores, muchos países siguen enfrentándose a importantes retos en este sentido, los cuales varían en función de sus contextos políticos, legales, sociales e institucionales. Aunque la mayoría de los países cuenta con un marco legal que reconoce la independencia de las entidades fiscalizadoras, esta prerrogativa puede verse puesta a prueba por restricciones legales o prácticas, especialmente por injerencias políticas.
Los datos del Banco Mundial (Supreme Audit Institutions Independence Index, 2021) muestran que todavía queda mucho por hacer para cumplir las aspiraciones de la Declaración de Lima de 1977 sobre la independencia de las entidades fiscalizadoras. Solo 19 de los 118 países evaluados se consideraron con una independencia alta o muy alta, mientras que 29 países evaluaron su independencia como baja. Los indicadores relativos a la autonomía financiera y de personal fueron los que presentaron mayor criticidad.
Además, el recientemente publicado Global SAI Stocktaking Report 2023 de la Iniciativa de Desarrollo (IDI) de la Organización Internacional de Entidades Fiscalizadoras Superiores (INTOSAI) revela una tendencia preocupante: en su tercera edición consecutiva, desde el primer informe de 2017, se ha producido una reducción de la independencia de las Entidades Fiscalizadoras Superiores en todo el mundo, con un descenso particular en los niveles relacionados con la adecuación del marco legal, el acceso a la información y la autonomía financiera y administrativa.
La capacidad de las entidades fiscalizadoras para auditar de manera independiente el desempeño y las finanzas de los gobiernos está cada vez más comprometida. En este contexto, la INTOSAI desempeña un papel crucial en la promoción y el fortalecimiento de la independencia de estas entidades en todo el mundo. El Plan Estratégico de la organización para el período de 2023 a 2028 define la independencia de las EFS como una de sus prioridades organizacionales, reforzando su compromiso de apoyar y fortalecer a las entidades fiscalizadoras en su misión esencial de garantizar la transparencia, la responsabilidad y la eficacia en la gestión de los recursos públicos.
También destaco las iniciativas de la IDI para establecer el Centro de Recursos para la Independencia de las EFS (SIRC, por sus siglas en inglés) y desarrollar el «Mecanismo de Defensa Rápida de la Independencia de las EFS» (SIRAM, por sus siglas en inglés), una herramienta diseñada para abordar las amenazas y violaciones al principio de independencia y brindar apoyo a las entidades fiscalizadoras a la hora de hacer frente a los retos y riesgos para su autonomía. La implementación del SIRAM empezó en 2019, con casos piloto en Macedonia del Norte y Somalia, y se ha producido un aumento en la demanda de asistencia desde 2021, incluidas las solicitudes de Chipre, Colombia, la República Dominicana, Myanmar, Polonia, Sudán, Sierra Leona y, más recientemente, Santo Tomé y Príncipe, que a menudo han dado lugar a declaraciones de preocupación. En noviembre de 2023, tuve la oportunidad de reunirme con autoridades de Montenegro y Polonia para debatir sobre la importancia de preservar la independencia de las entidades fiscalizadoras, ocasión en la que se destacó la importancia de esta herramienta.
La independencia de las Entidades Fiscalizadoras Superiores no es solo un principio a preservar, sino una condición esencial para una gobernanza verdaderamente transparente, responsable y justa. Fortalecer esta independencia significa fortalecer la democracia, promover la eficiencia de la actuación gubernamental y proteger los intereses de nuestros ciudadanos.
Conforme se indica en el documento de la INTOSAI Strengthening Supreme Audit Institutions: A Guide for Improving Performance, 2018, la independencia rara vez ocurre por casualidad, sino que debe planificarse y puede llevar años conseguirla. Por eso, debe existir un compromiso continuo para proteger y fortalecer esta independencia a todos los niveles.
Como líderes, tenemos la responsabilidad de garantizar que las Entidades Fiscalizadoras Superiores de todo el mundo puedan cumplir su mandato de manera verdaderamente libre e imparcial. Es fundamental que vayamos más allá del reconocimiento teórico y trabajemos activamente para abogar ante los líderes de las naciones para que también reconozcan y fortalezcan las EFS en sus respectivos países.
Insto a todos a comprometerse con esta causa. Juntos podemos garantizar un futuro más justo, transparente y responsable para todos.